5.3.11

A spanish film

Hoy hemos podido leer en El País que Ángel Sala, director del Festival de Sitges, ha sido denunciado por un fiscal acusado de exhibir pornografía infantil en "A serbian film". El artículo decía que
"la fiscalía acusa a Sala de un delito de exhibición de pornografía infantil por permitir el pase de la cinta, en la que aparecen dos imágenes que supuestamente traspasan la legalidad: la violación de un bebé recién nacido y otra de sexo con un niño de cinco años."

El artículo en ningún momento menciona la ficción de la cinta, es decir, no existe tal bebé ni tal niño. La reciente oleada de "moralismo" (por llamarlo de alguna forma) que esta recorriendo el país hace que cada vez me sienta más estúpida. Debemos de tener o los fiscales más astutos o los más ridículos. La noticia continúa con el siguiente párrafo.
"La fiscalía barajó la posibilidad de llamar a declarar también al director de la película y de denunciarle, aunque desistió por la dificultad para imputarle ese delito y de localizarle para que compareciera. Y es que la legislación sobre la exhibición de pornografía con la participación de menores es distinta en cada país y eso hubiera provocado un debate legal de incierto final, pues Srdjan Spasojevic es de nacionalidad serbia."

Claro, por lo visto vivir en Serbia, en el año 2011, debe de ser un gran problema para localizar a uno de los cineastas más de moda. Y para que vamos a quedar como gilipollas delante de toda Europa. Definitivamente sí, creo que tenemos los fiscales más ridículos. Es difícil explicar como, situaciones como esta, me hacen sentir verdadera vergüenza. Hoy si puede decir el señor Javier Moreno que este suceso constituye un insulto a cualquier aficionado al cine y a cualquier persona honesta.
¿Desde cuándo alguien puede decirme qué ver y qué no ver? Creía que el art. 20 de la Constitución Española me protegía. Ilusa. Porque no lo olviden señores, aunque a veces no lo parezca, el cine es ficción.

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